En una de las entradas previas, se citaba una maestra innovadora, en esta se nombrará a otra y el motivo por el que he decidido nombrarla.
Maria Antònia Canals, profesora emérita de la Universidad de Girona, propuso una didáctica basada en el juego que atiende a las diferencias de los alumnos. Con este juego se trabajan las matemáticas mediante un pequeño tendedero, caramelos de juguete, bloques de colores, cartulinas o tapones y chapas, permitiendo a los alumnos y alumnas aprender mediante la manipulación.
He citado a esta docente porque es un ejemplo de que, a pesar de que tenga 50 años de experiencia en la docencia y pudiendo seguir unos métodos más tradicionales, nunca es tarde para innovar en el aula, tratando de facilitar este proceso al alumnado.
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